Tuesday, February 13, 2007

Jirka

Puente de San Carlos, Praga

No se llamaba Tomás, pero era fotógrafo (y actor), como Teresa.
Apareciste al final de un fin de semana de sana promiscuidad: ahí estabas, invitándome con tu cálida sonrisa a acercarme. Cuatro días aburrido en la ciudad y me encuentras cuando apenas quedan diez horas para que te vayas.
Buñuel, Lynch, La insoportable levedad del ser, Six Feet Under, además de otras coincidencias inconfesables: ¿es un milagro o una ilusión? ¿por qué siempre en estas historias contrarreloj el otro siempre parece perfecto, sin error? porque no tienes otra oportunidad de poder comprobarlo...
Apenas sin tiempo para revelarnos, pero no pudimos resistirnos ante tanta generosidad. Se nos hizo lunes entre besos y caricias, sin poder dormir contigo. El tren partió -los escenarios del mundo te esperan-, probablemente para siempre. Un mensaje en el móvil: I want to dance a tango with you.
Releo el poema de Febrero y todo cobra sentido.
You'll write me soon, desde Israel o Turquía, pero intuímos que no volveremos a vernos.
Jirkan pertenece ya a este viaje imposible. Y seguiré soñando con ese paseo por el puente de San Carlos, en el que las esculturas y los artistas sean testigos de nuestro re-encuentro. Someday.
Divago luego existo.